Sir Robert ROBINSON (Rufford, UK, 1886 – Great Missenden, UK, 1975) ganó el premio Nobel de Química en 1947 “por sus investigaciones sobre productos de plantas de importancia biológica, especialmente los alcaloides”. Hijo de un inventor de máquinas para la producción de textiles sanitarios, fue profesor de Química Orgánica en las Universidades de Sydney (1912 – 1915), Liverpool, Manchester, Londres y Oxford. En esta última permaneció desde 1930 hasta su retiro en 1955, año en que pasó a ser director y asesor de la Shell Chemical Co.
En su discurso del Nobel titulado “Algunos productos policíclicos naturales” contó que, con su reverenciado maestro W.H.Perkin, Jr., trabajó en los derivados del catecol (1,2-dihidroxibenceno), y que después, por consejo de Perkin, pasó a estudiar las antocianinas y antoxantinas , empezando por la brazilina, el pigmento rojo de la madera de un árbol brasileño. Logró sintetizar el cloruro de oenina (C23H25O12Cl, pigmento rojo de las uvas) y hasta 14 flavonoides como la isorhamnetina, orto metiléter de la quercetina, un flavonol que se encuentra en la cebolla y en otras frutas y verduras. El procedimiento de síntesis empleado se convirtió en patrón.
El trabajo de Robinson con los alcaloides, un grupo de sustancias nitrogenadas que se forman en las plantas y que a menudo tienen un poderoso efecto sobre el cuerpo humano como venenos o analgésicos, alcanzó el éxito con la síntesis de la pseudo pelleretin tropinona, conseguida con tres moléculas sencillas: glutaraldehído (o succindialdehído), ácido acetonadicarboxílico (o su sal ácida) y cloruro de dimetilamonio. La tropinona era un precursor de la atropina, otro alcaloide. También sintetizó la narcotina, un derivado de las papaveráceas que se emplea como antitúsico, por condensación fácil de cotamina y meconina. Robinson demostró que había alcaloides con un grupo indol: sintetizó por condensación de triptófano y acetaldehído el norharman harman del café y estableció la estructura de la rutecarpina y eserina, tan venenosos, y de la estricnina, presente en la nuez vómica.
También se dedicó Robinson a la síntesis de esteroides, derivados del ciclopentenofenantreno, como el isoequilenin y el dietilestilbestrol, el más potente estrógeno humano. Robinson terminó su conferencia del Nobel exhibiendo una síntesis en 14 pasos que comenzaba con el 1,6-dihidroxinaftaleno y terminaba en una dicetona tricíclica, en un proceso previo a la síntesis del coprosterol y, por tanto, del colesterol.
Lord Alexander H. TODD (Glasgow, 1907 – Cambridge, 1997) obtuvo el premio Nobel de Química en 1957 “por su trabajo en nucleótidos y enzimas nucleótidos”. Se doctoró en 1931 con una tesis sobre la química de los ácidos biliares y siguió trabajando con Robert Robinson en antocianinas hasta 1934. En 1944 fue profesor de Química Orgánica en la Universidad de Cambridge. Presidió la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC).
En su conferencia del Nobel, titulada “Síntesis en el estudio de los nucleótidos”, Todd señaló que la síntesis y la degradación son instrumentos complementarios en el estudio de las estructuras, sin perder de vista el significado y función de los compuestos biológicamente importantes. Investigó en las vitaminas B1 y B12, que actúan como coenzimas en los sistemas metabólicos, y de ahí pasó a los nucleótidos, que incluían no sólo a los fosfatos de los nucleósidos, sino también a los ácidos nucleicos (polinucleótidos) y a compuestos como el ATP, coenzimas nucleótidos que contienen al menos un residuo sencillo de nucleótido. En una primera fase, Todd abordó la síntesis de los ribonucleósidos (ribosa con las bases adenina, A, guanina, G, uracilo, U, y citosina, C) y desoxiribonucleósidos (desoxirribosa con las bases A, G, timina, T, y C). La segunda fase consistió en la fosforilación de los nucleósidos con dibencil fosfoclorhidrato, (C6H5CH2O)2POCl, aunque podrían usarse otros reactivos, dijo. Con respecto a los ácidos nucleicos, señaló que dan nucleótidos por rotura hidrolítica, y que estos pueden ser hidrolizados a nucleósidos y ácido fosfórico en proporciones equimoleculares. Reconoció que la síntesis química de los ácidos nucleicos estaba en la infancia (pese a que cuatro años antes de su exposición, Watson y Crick habían desarrollado la estructura del ADN). Finalmente, en su conferencia, Todd expuso la reacción entre el dibencil fosfoclorhidrato y la sal de un fosfodiester que empleó para la síntesis de las coenzimas nucleótido adenosin difosfato (ADP) y adenosin trifosfato (ATP).