GORE VIDAL
En 2012 muere a los 86 años de edad Eugene Luther Vidal, nacido en West Point y conocido como Gore Vidal. Tras servir en la Armada de EEUU durante la Segunda Guerra Mundial se dedicó a escribir, publicando su primera novela en 1946, que trataba sobre la guerra. Su tercera novela, ‘The city and the pillar’, que trata de la homosexualidad (su homosexualidad), constituyó un escándalo y desde entonces solo obtuvo fracasos comerciales, a pesar de que en 1954 publicó su (para quien esto escribe) mejor novela: ‘Mesías’. Después se cambió al teatro y a escribir guiones de cine y televisión, para volver a la novela en 1964 con éxitos sucesivos. Gore Vidal fue un aristócrata estadounidense conflictivo que clamaba contra los políticos corruptos, contra la cultura imperial y que defendía el paganismo. Manifestaba que «el amor no es lo mío, soy un propagandista que odia». Para algunos era mejor ensayista, comentarista político y biógrafo que novelista.
En 1948, cuando tenía 23 años, Gore Vidal escribió ‘En busca del Rey’, novela donde cuenta la prisión de Ricardo I Corazón de León en Viena y su rescate por una fabulosa cantidad de dinero. Ricardo (1157 – 1199) fue rey de Inglaterra desde 1189 hasta su muerte. Gore le describe como como un personaje de tremenda energía y crueldad, hábil soldado y político, potente poeta lírico y homosexual. La Historia asegura que vendió propiedades para armar una flota destinada a la Tercera Cruzada. En ruta hacia Tierra Santa conquistó Sicilia y Chipre, donde casó con Berengaria de Navarra. No consiguió entrar en Jerusalén y pactó con Saladino permiso para que los peregrinos pudieran entrar en los lugares sagrados. En 1950, Gore Vidal publicó una buena novela de aventuras: ‘Verde oscuro, rojo vivo’, donde cuenta la lucha por el poder en una república bananera centroamericana entre los ricos propietarios de cafetales y una gran empresa norteamericana, en presencia de unos indios diminutos. En ‘Mesías’ el narrador es Eugene Luther (Gore), oponente de John Cave (el Mesías, J.C.) quien dice que «morir es bueno», como los gnósticos, aquellos que prometían una feliz liberación en la muerte, y como Kant, que preveía con placer el voluptuoso sueño de la tumba. Para Cave no hay cielo ni infierno: «Tengo una sola cosa que dar a la gente, y es la manera de morir sin miedo, alegremente, de aceptar la nada como es, un largo sueño sin sueños». Para Luther, la ‘verdad’ de Cave podría contribuir, en el mejor de los casos y en pequeña medida, a la abolición de las molestas supersticiones de las religiones establecidas.
En 1964, Gore vuelve a tratar con un personaje legendario en ‘Juliano el apóstata’. Flavius Claudius Julianus (331 – 363) fue Emperador desde el 361hasta su muerte en la batalla de Ctesifonte (Bagdad), herido en el hígado por una fecha que nadie sabe de donde vino. (Gore se ajusta a la historia en su narración excepto en este hecho, ya que supone que a Juliano lo mató su ayuda de cámara días después de la batalla, victoriosa para Roma). La novela se desarrolla a través de la narración de Juliano y sus maestros helenistas Prisco y Lubiano, quienes dan datos adicionales y critican o subrayan las actuaciones del Emperador. Juliano se muestra contrario al cristianismo: «Demasiados inocentes han ido al matadero por las necias disputas ideológicas de los cristianos». «De acuerdo con Moisés, ese dios no era absoluto porque no hizo las tinieblas ni siquiera la materia, puesto que la Tierra existía antes que él… meramente dio formas a aquello que ya existía». «¿Debe creerse en la condenación de Platón y Homero, por ejemplo, porque no rendían culto a un judío no nacido? Dios Uno es celoso según los judíos… y además, malo… El cristianismo es el mal… miráis a lo que está muerto, rendís culto a un muerto». «Por qué es tan importante perdurar después de la muerte? No tengo inconveniente en partir porque no veo nada más que eso: nada». Juliano fue un decidido partidario de los dioses y de los misterios (eleusis): «Un mundo perdido en que los dioses vivían entre nosotros, la tierra era simple y los hombres, buenos». «Somos parte de un círculo si fin, una luminosa espiral de vida». Y defensor del humanismo: «Un esclavo es aquel que no puede expresar su pensamiento».
‘Myra Breckinridge’ es una transexual de ida y vuelta protagonista de la novela publicada en 1968 que nos ilustra en el sexo: «Peter O’Toole, actor epiceno». «La leyenda de las dimensiones del negro es solo eso, una leyenda. El pene del negro cuando está flojo es casi del mismo tamaño que cuando está en erección». «El judaísmo es, en conjunto, una religión más horrible que el cristianismo… La circuncisión solo es necesaria para muy pocos hombres… la mayoría de los prepucios se manipulan muy fácilmente… su supresión reduce la sensación del glande».
En ‘Palimpsesto. Una memoria’, Gore Vidal recuerda su vida y ametralla todo lo que se mueve, especialmente a su país: «Éramos nobles salvajes. Disponíamos de territorio tan vastos que sin inmigración jamás podríamos haberlos llenado con la progenie de tres millones de residentes que la república tenía en 1789… John Quincy Adams, secretario de Estado durante la presidencia de James Monroe, inventó la doctrina Monroe, que rechazaba la presencia de toda potencia europea en cualquier zona de nuestro territorio, al tiempo que juraba solemnemente que jamás nos inmiscuiríamos en la política europea y mucho menos en sus guerras… Cuán conservador fue el presidente Roosevelt en casa y cuán radical e imperialista fuera de ella, poniendo fin a los imperios coloniales de nuestros aliados y a los de nuestros enemigos, a la vez que iba atrayendo sus fragmentos hacia nosotros». «Nos hemos creado tantos enemigos en todo el mundo que, en nombre del terrorismo, un estado policial bastante efectivo ha ido reemplazando a la vieja república… pues llegaban los rusos y la Bomba pronto caería… Truman había restablecido la llamada a filas… Los impuestos sobre la renta llegaban a alcanzar el 95 % para pagar el monopolio de la defensa… y así ayudar a todos los países pequeñitos del mundo que amenazaban la paz, tanto si querían la ayuda como si no». «Pagar el 90 % al Fisco (cualquiera que ganase más de cien mil dólares al año) para experimentar esa oleada de orgullo que a uno le embargaba cuando la CIA derrocó al presidente de Guatemala, elegido democráticamente, y destituyó al popular líder iraní Mosaddeq. Si el gobierno iba a llevarse una parte tan grande de nuestro dinero… que nos concediese sanidad y educación». «Nixon hablando y actuando como un sonámbulo en un sueño surrealista: ‘Las tropas americanas acaban de entrar en Camboya. Esto no es una invasión’ «. «El jefe de la mafia y Joe Kennedy (el padre de JFK) cenaban juntos una vez por semana. Debía estar en prisión junto a su amigo Frank Costello… Los elementos que liquidaron a JFK – la mafia de Marcello en Nueva Orleans y otros – fueron los individuos con los que su padre había hecho negocios durante toda su vida». «Como respuesta a la intensificación de la retórica antisoviética de JFK, Nikita Kruschov había erigido el muro de Berlín, evitando de este modo la guerra». «Es escalofriante que todas nuestras vidas (guerra nuclear que evitó Nikita) estaban en las inexpertas manos de Bob y Jack Kennedy, que gastaron más que Ike en armamentos». Gore Vidal no solo dispara contra su país: «Cuando las mujeres estén en el poder, las guerras serán políticamente incorrectas, como muy bien demostró la señora Thatcher». «Rousseau, al igual que Martín Lutero, eran un par de personas intensamente cretinas… y aun así el mundo les siguió… (Como decía Voltaire a propósito de un libro de Rousseau) nunca se empleó tanto talento en hacernos parecer estúpidos… leyendo su libro, uno ansía caminar a cuatro patas… me siento frustrado ante la imposibilidad de retomar esa postura… el hombre nace bebé, ¿y qué bebé fue libre alguna vez?»