Monod. ARNm: Notas sobre la vida y la obra de científicos eminentes (4)

MONOD

Un trío de investigadores franceses fue galardonado en 1965 con el premio Nobel en Fisiología o Medicina: el virólogo André Lwoff y los bioquímicos Jacques Monod y François Jacob. Estos últimos propusieron, en 1961, la existencia del ácido ribonucleico mensajero, ARNm, que poseía una secuencia de bases complementaria con la del ADN. Postularon que transportaba la información codificada en su secuencia de bases a la secuencia de aminoácidos de una enzima, un catalizador biológico que hacía posible la síntesis de las proteínas necesarias para el sostenimiento y desarrollo de los organismos vivos. También postularon la existencia de genes del ADN reguladores de la síntesis del ARNm.

El más popular del trío es , sin duda, Monod (1910-1976), sobre todo debido a su famoso libro ‘El azar y la necesidad’ (1970) en el que defiende que tanto el origen de la vida como la evolución son el resultado del azar. En el libro deja claro que «los seres vivos realizan y prosiguen un proyecto», ya que «el organismo es una máquina que se construye a sí misma, autónoma, donde los ácidos nucleicos aseguran la invarianza genética y las proteínas son las responsables de casi todas las estructuras». Con respecto a la evolución, dice que lo maravilloso es considerar que «de una fuente de ruido, la selección natural haya podido sacar todas las músicas de biosfera» y que «el factor decisivo de la selección no es la lucha por la vida, sino, en el seno de una especie, la tasa diferencial de reproducción». Además, aunque «en lo esencial el problema de la evolución está resuelto, no lo está ni el origen del código genético ni el mecanismo de su traducción». Según Monod, «el hombre es el estado supremo al que ha llegado la evolución sin haberlo buscado o previsto», y ahora «sabe al fin que está solo en la inmensidad indiferente del universo».

Jerzy Kosinski, un escritor que disfrutaba con la confusión y la impostura, un novelista acusado de plagios, vivió y narró las últimas horas de Monod. Cuenta que éste perteneció a la resistencia francesa durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial, que era un hombre de izquierdas que estaba a favor de la eutanasia y el aborto y que había pertenecido, con su amigo Albert Camus, al partido comunista durante algún tiempo. Monod, a la sazón, padecía anemia hemolítica, una enfermedad durante la cual la producción de la médula ósea no compensa la destrucción de glóbulos rojos y en la que se puede pronosticar el número de días de vida que le quedan al paciente. Kosinski certifica que, habiéndose negado Monod a recibir más transfusiones, encendió un cigarrillo y entró en su casa de Cannes, solo, para no volver a salir sino para ser enterrado.

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